Un Rambleño en AFADEMON
Por Miguel Raigón García

Me llamo Miguel Raigón García, nací el 5 de enero de 1941 en La Rambla, Córdoba. Crecí y viví en el campo, hasta que me fui hacer el servicio militar; en el campo trabajé haciendo un poco de todo, guardando ovejas, arando, trillando…todo lo que hacían los mayores lo hacía yo, siendo sólo un niño.

Dejé mi vida en el campo para hacer la mili en Palma De Mallorca, en aviación, y tengo que decir, que recuerdo esos 18 meses como los mejores de mi vida.

Cuando regrese del servicio militar empecé a “buscarme la vida” como camionero, con este duro oficio que me mantenía muchas horas fuera de mi casa estuve 25 años, después seguí en la carretera, cambié mi camión por un taxi que me acompaño otros 20 años, hasta mi jubilación.

En cuanto a mi vida personal, ha estado llena de altibajos, como casi la de todo el mundo, creo, he vivido momentos muy buenos pero otros también muy amargos; tuve una novia antes de la mili, cuando éramos sólo unos niños, con la “mala suerte” de que una dura enfermedad se la llevó con sólo 20 años, este fue un golpe muy difícil de superar, pero así es la vida, y sin esperarlo, te da segundas oportunidades, como me pasó con Ana Mª, la que fue mi mujer y con la que forme un hogar con nuestros 3 hijos, Antonio, Juani y Ana. Pero nuevamente la vida me sacudió y quiso que Ana Mª se fuera antes que yo, dejando a mis hijos con edades de 20 años el mayor y 18 y 13 las niñas, pero tengo que decir que mis hijos siempre me han ayudado , en especial mi Juani que era la que se encargo de la casa y de nosotros cuando falto mi mujer.

Algunos años después de jubilarme, la salud empezó a fallarme y fue un ictus, el que me dejó ya más dependiente de mis hijos, fue entonces, cuando me plantearon ir algún centro para intentar reponerme, entonces supimos del centro de Montalbán y quisimos probar, ya que aún siendo de la Rambla conozco a muchísima gente de Montalbán, y una vez empecé aquí en Afademon ya no me quise ir, estoy muy contento con todos los trabajadores, se portan muy bien conmigo, hacemos muchas cosas durante todo el día en el centro, fichas, ordenador, Huerto… “no me dejan parar”, pero espero estar aquí por muchos años más.