En el curso de cualquier enfermedad siempre hay dos protagonistas, el propio enfermo y el cuidador o cuidadores o personas del entorno más próximo, y en el caso del enfermo afectado por Alzheimer u otra demencia no es diferente, por lo que, la atención de ambos tiene que ir de la mano.
El papel del psicólogo en los centros de día de personas mayores aquejadas de algún tipo de demencia es fundamental, ya que atiende de manera directa tanto al enfermo como al cuidador o cuidadores. La atención del paciente se centra a nivel de estimulación cognitiva y manejo de trastornos emocionales y conductuales, en cuanto al cuidador la atención psicológica está en función de la demanda, los aspectos principales son manejo del enfermo en aspectos conductuales más complicados como agresividad, delirios, alucinaciones, insomnio… la sobrecarga emocional que una demencia conlleva para el cuidador es muy fuerte por lo que el trabajo con los familiares es fundamental, la atención se lleva a nivel individual cuando se solicita y a nivel grupal con los grupos de ayuda mutua que se intentan organizar cada ciertos meses.
Para Afademon el objetivo prioritario es ofrecer la máxima calidad de vida tanto al enfermo como al cuidador, por lo que todas las actuaciones están enfocadas a dicho fin.